martes, junio 12, 2007

FLORENCE ERES GRANDE!


Madre:


Hoy más que nunca te recuerdo y extraño tu olor, un abrazo reconfortante, tus sabias y atinadas palabras. Este vacío podrá reducirse pero nunca desaparecer, me estoy partiendo la madre para aferrarme la vida y hacer bien todas las cosas que me enseñaste hacer con el mejor de los ejemplos, haber presenciado con mucho amor a la mujer más brillante que pude conocer. Mi madre, mi corazón sigue sangrando pero está abierto a escuchar tu voz, en mis sueños, en mis días, en mi vida.

Esta colección de huesos, pellejos y pelos que ahora es tu hijo es la versión más fuerte y entregada que puede haber. Ya no tengo absolutamente nada que esconder, vivo en pleno, bebo estas amargas lágrimas sabiendo que algún día se secarán o serán de felicidad por otra montaña escalada por otro logro alcanzado. Le doy gracias al cielo porque tuve el gusto de ser tu hijo, perdona todas las noches que te robé el sueño, todas las veces que te hice rabiar por mi absurda rebeldía. Todas las veces que en tu presencia insulte la ausencia de mi briago padre, cuando apenas aprendía sobre el valor de la vida. Hoy estoy resuelto a disfrutarla, con las bendiciones que me has mandado. Soy un hombre bien amado, con alguien que vigila mi sueño, con alguien que me enseña cómo se hacen las cosas con una burlona sonrisa llena de significado para mi ser.

Espero el día que nos encontremos de nuevo te sientas orgullosa del gran ser que dejaste atrás. Hoy más que nunca le envío un beso salado y triste al cielo.

Daría mi vida por un abrazo tuyo.


Te amo Florence.

Descansa. Ya nos veremos.