viernes, mayo 12, 2006

FILOSOFISTING

Término de mi invención para definir esa clase de reflexiones que casi siempre terminan en un bitter moon, en un mal viaje, en un alucín barato. Pero que te lleva a un mejor lugar. Es la capacidad de juzgarse, admitir tus diatribas y convencerte de que lo harás mejor la próxima vez. Fisting porque es un momento de mucho dolor pero no por ello deja de ser placentero. Aquellos que lo hayan probado sabrán a lo que me refiero.

Es que uno de los mayores peligros de la mente humana es el verdadero uso de la razón. Esa alcachofa desnuda que poco a poco nos deja con la quintaesencia de nuestro pensar. Neutral, sin la conveniencia propia o un interés difuminado tras de una persuasiva sonrisa. Curiosamente encontré unas líneas en un libro que vienen a la perfección al tema.

Cito textual al Dr. Oliver W. Sacks. Autor de "El hombre que confudió a su mujer con un sombrero".

"Esa es la aflicción y el don simultáneos, el deleite, la angustia, que otorga el exceso. Y los pacientes avisados lo viven como algo dudoso y paradójico: -Tengo demasiada energía- decía una paciente aquejada por el Síndrome de Tourette. -Es demasiado brillante todo, demasiado potente, demasiado. Es una energía febril. Una brillantez mórbida."

"Bienestar peligroso, brillantez mórbida, una euforia engañosa con abismos detrás... ésta es la trampa que el exceso promete y amenaza ya sea la naturaleza quien lo aporte o nosotros en forma de agente tóxico, o de una adicción estimulante... Los pacientes se enfrentan al transtorno como una seducción".

En otras palabras no hay nada más rico e intoxicante que lo prohibido, lo que nos hace daño. Detrás de esa linda postal hay un pozo sin fondo en el que nunca dejamos de caer. La experiencia te ayuda a acosumbrarte al vértigo. La idea es conservar el equilibrio y pensar en la manera de alejarse de las orillas para no rasparse las rodillas. No cabe que duda que mientras más viejos, más adictos.

Seducción, peligrosa poción.


Gracias Thalía!