lunes, abril 12, 2010

ADOLESCENCIA -LA SECUELA-





Buenas a tod@s!

Después de tanto azote y drama desde el último post que les compartí, decidí ir al rincón de la covacha y sacar a mi yo character, mi yo irónico, sarcástico, mágico-cómico-musical y sensual. Y barajando varios tópicos para tratar decidí tomar un nuevo camino editorial y hacer de este mi blog, su blog un simpático espacio para abrir insights y realidades de mi queridísima especie. Los jotos. Y hoy quiero hablarles de lo que implica tener una cuenta en el banco, una suscrpción al gym más caro, pagar el doble o el triple en todos lados nada más por no tener algunas responsabilidades como pagar una colegiatura, mantener una esposa y disponer del tiempo libre para cultivar el ego, el buen comer, el mejor vestir, además de conocer de pe a pa las mejores recomendaciones para salir a beber en la condesa, polanco, no se diga en áreas más ¨exclusivas¨.

Creo que no puede haber mejor adjetivo para describir este lapso en la vida del hombre gay tantito por arriba del promedio que:

ADOLESCENCIA - LA SECUELA.


Últimamente me he topado ante un guardarropa colorido, extravagante que me resulta un circo entero que fascinado me pondría encima cada día y todo los días de mi vida. Pero mientras menos pelo y más arrugas encuentro en mi, parece que mi cuerpo está pidiendo unas temidas vacaciones para disfrutar de la comodidad de sentirse común, pasar inadvertido, y la palabra que más me aterra de todo el vocabulario ¨normal¨. Para la gente que convive a diario conmigo ya se volvió algo habitual e incluso los días que vengo a trabajar en sólo una rayita de producción se preocupan por mi, juran que estoy crudo y cansado. U otro one night stand me prometió mil cosas para cumplir ninguna.

Sin embargo, ya reflexionar al respecto me pone la cabeza a girar, para pensar en la siguiente faceta de mi vida, ¿Cómo reinterpretar a este fenómeno acorde a su edad, al pronunciar esas palabras ¨acorde a su edad¨ el hígado se me retuerce como almeja con limón, como ojo que le cae Valentina. Honestamente hay veces que en definitiva me vale gorro y sigo haciendo mi santa voluntad, pero después de ver los moretones que me dejan mis botas favoritas después de bailar, rockear y caminar con ellas por la calle, recuerdo que también la gravedad, el tiempo y el destino no me va a perdonar un sólo día, tal vez una noche porque hay menos luz y es fácil taparle el ojo -y el agujero- al macho.


Este es uno de los más grandes issues de mis compadres, bueno más bien comadres, no deja de impactarme la cantidad de tipos que he visto con el pelo pintado, tantas cirugías, tintes cubre canas, y botox mal aplicado, imaginen a joan rivers en todos tamaños medidas y complexiones. El problema es que no hay un código de conducta, ni yo mismo lo seguiría, pero ya parece que escucho repiquetear las voces de mis padres ¨¿Cómo te sales así a la calle? ¨Miguel Angel vas a romper mis abanicos!¨. Entonces desde una tierna y muy rebelde edad comienzas a proyectar diferentes delgadas identidades en lo que das contigo, alienizándote, acercándote a otr@s que son o quieren ser como tú, agregándole más fuego a la chimenea, alimentando al me vale ser por encima del deber ser, si no estás dentro del ambiente cálido y amoroso propicio para entender que todo es en realidad una faceta, es muy fácil caer víctima de los momentos de atención interpretados por afecto, cariño y Dios quiera amor verdadero.

Resultando así en una epidemia -ojo no lo digo como algo malo- de putantes festejando y justificando sus banderas, creencias y poco agraciadas gracias.

La pregunta es:

¿El corazón envejece o también necesita botox?

Aún hay mucho de donde cortar de este tema, pronto les cuento más

domingo, abril 04, 2010

Domin GO AWAY!




Lector@:

Antes que nada debo advertirte que los domingos no son buenos para fiarse en mi criterio, pero después de dar varias vueltas en la cama creo que lo mejor es procurar un ejercicio de honestidad y contarte algo que probablemente ya has vivido y me podrías pasar algún consejo, reírte, o reflexionar dos segundos sobre un asunto que parecería intranscendente.

Cuando en una conversación te sorprende la aparición inesperada de un amor del pasado, después del incómodo pero reconfortante beso-abrazo de buenas noches cómo te va, me da gusto verte, sé que te está yendo muy bien, después de unos cuantos tragos más y te vas a casa solo, cansado, sudado de tanta gente en el bar de osos y un poco harto del mal set del DJ. Bajas del taxi, llegas a casa, te despides de las botas, te quitas los aretes, te lavas los dientes, insulina, crema anti arrugas ultra super extra hidratante, lentes, una vela y las páginas de ¨el poder de la kabbalah¨ es inevitable tener ese momento a veces asfixiante, a veces lleno de esperanza al pensar que esta vuelta de la vida te deja ver a alguien a quien amaste hasta que terminaste en el hospital, que fue tu sol, tu luna, tus sonrisas, tus lágrimas, tu sudor, tu intermitente soledad y ahora es una bonita sonrisa melancólica de esa rebanada de vida que ya fue. Me resulta simplemente inevitable pensar que la mayor parte del tiempo, mi diablo interior está loco por pisar el acelerador (más!) hasta llegar a ese paraíso de cariño, de verdadera entrega, del todo por todo, de arriesgar el pellejo y todo lo que envuelve por perderse en ese hermoso momento de complicidad, para siempre, por un rato, una noche, un nuevo amo®.

Cada mañana me miro al espejo, y repito tantas veces como sea necesario, sonríe, siente, vive, es la única manera que alguien podrá enamorarse de tus arrugas, de tu glucosa alta, de tu pies planos, del pésimo amo de casa que eres. Y me felicito, he conservado con vida 3 plantas, gracias a la insistencia de Ángeles -la señora que me ayuda con la limpieza- no he matado a mis perros por irresponsable y de vez en cuando me da tiempo de tender la cama donde muchas veces detesto dormir solo.

Son tantas cosas, pero querido lector/lectora si has vivido sol@ lo suficiente, entiendes que se pierden un poco los parámetros de la realidad, los detonadores de la simpleza y las reflexiones relax se difuminan con tus carencias, y tu vida se convierte en una constante búsqueda por llenar, compensar, encontrar sustitutos de ternura, amor, familia. Dígase un plato de arroz con albóndigas y huevo (de mamá obviously), un abrazo desnudo envuelto de sudor que te dice bajito al oído: Te amo pelón. La tranquilidad que te da sentirte parte de un mundo de alguna manera, conectado, integrado. Confieso que aún no descifro el wireframe de mikechavez.edu no hay nada en la wikipedia que me inspire la suficiente confianza para considerarlo un concepto concreto, sólido, entero.

Lo único que me da un poco de paz mental es saber que todavía siento, que estas leves lágrimas están dejando fluir al alma tan grande que no cabe en mi cuerpo, que tengo la capacidad de poner en letras digitales mi sentir y el suave dolor que implica ser yo, doy gracias a Dios, doy más gracias a Dior que mis vacíos me han hecho un personaje, trillado freak que se sube en plataformas porque El Creador no le dio la estatura tan alta que le correspondía.

Mi trabajo es escribir, mi condena es escribir, hago cabezas, pienso en banners, tropicalizo sitios web, y en los intermedios me busco algo para mi, para mis socios, para mis cómplices, para darle a mis hijos mejores croquetas y llevarlos a un veterinario carero que me los consienta. Sigo esperando que el gen del hogar, el gen de la cocina broten en mi, sean precavidos en el momento que eso pase me volveré el mejor partido que les pudo tocar.


Si estás leyendo esto y me ves como una posibilidad, no te quedes con las ganas. Escríbeme, a lo mejor tú eres quien me ayude a odiar un tanto menos los domingos.